A problemas comunes, soluciones colectivas

La Fundación Homero se ve obligada a abatir columnas

 

 

 

Se bajará la persiana del emblemático Centro pese a los intentos de evitarlo

 

 

Tras 15 años de labor ininterrumpida Fundación Homero se cierra. La última reunión de Directorio del día 4 de junio, acabó con el llanto de muchos beneficiarios del Centro de Rehabilitación para Discapacitados Visuales. “No tiraremos la toalla”, aseguraban, “lucharemos para que se mantenga abierta” decían otros tantos.

“¿Cómo es posible este final en este centro, donde se rehabilitaba en forma totalmente gratuita personas ciegas y enfermos graves de la vista?”, se pregunta aún estupefacta Georgina Ramírez, beneficiaria ciega y parte del Centro de Rehabilitación, ya con dos años de pertenencia de esta Institución. “Los discapacitados visuales queremos ser felices, no podemos volver de donde vinimos huyendo de la soledad y el estigma que significa vivir en la ceguera”, añade.

La Fundación Homero, se constituyó el día 30 de Junio de 1991 en la ciudad de Valparaíso Chile y obtubo su Personería Jurídica con fecha 30 de Junio de 1992 por un grupo de profesionales, todos ligados al ámbito de la discapacidad, la salud y por personas ciegas, atendió en forma totalmente gratuita a gente con limitación visual, ciegos, adultos mayores con múltiples patologías, y otros trastornos que originan la falta de visión, desde hace 15 años, con una metodología activa y globalizadora, abierta y democrática, laica y progresista en esencia, basada en la promoción social. Enseñó técnicas del uso de bastón, hábitos de la vida diaria, capacitación laboral, en grupos pequeños, con un "responsable" que por lo general tenía varias materias.

“Hemos dejado atrás profesionales, psicólogos, logopedas, médicos... y ya no rezamos para que nos toque un buen instructor porque aquí todos son buenos”, afirma Vicente Vicuña Manolito de la mano de Viviana Meza, que emocionado nos entrega su testimonio personal, después de que no encontrar un lugar o institución donde rehabilitarse durante 5 años.

En julio de 2000, La Fundación Homero se cambió de Valparaíso a Viña del Mar, en ese entonces existía la Asociación de Ciegos de Viña del Mar, la cual acogió a Fundación Homero en sus dependencias ubicadas en Santa Inés. En realidad, la Asociación de Ciegos de Viña del Mar se abría así al desafío de pasar de lo meramente social a lo profesional, académico y material.

"Me enteré que la Fundación cerraría sus puertas y fue una noticia dolorosa, me provocó una enorme tristeza saber que ésta terminaría un trabajo de tantos años y sobre todo la atención a personas ciegas en temas de rehabilitación e inserción. Admiro el voluntariado, esos héroes anónimos, aunque entiendo la realidad del proceso que estamos viviendo, anhelo que esta labor continúe", indicó Hugo Umaña, -quien se encuentra fuera de Chile-, y criticó también "la estrechez política de las autoridades de turno, de no ver la realidad que significa este cierre, políticos que en su marco ideológico no ven a los discapacitados como seres útiles a la sociedad, y menos aún cuando los discapacitados son concientes del rol que les corresponde en la construcción de una sociedad a escala humana y están posicionados en la plataforma de la integración, la participación y la democracia", en mensaje a la directiva de la Fundación.

"Esta Fundación, que brinda desayuno, almuerzo, varias colaciones y atención integral a los discapacitados visuales que viven en barrios de la provincia de Valparaíso, entre otros, ha tomado la decisión de terminar con su funcionamiento debido a la falta de recursos y ante la insensibilidad de las autoridades comunales de derecha" Decía en forma enérgica Luis Pérez, beneficiario ciego de la Fundación.

“Antes teníamos socios colaboradores, que aportaban económicamente, ahora apenas nos quedan dos o tres, además los Municipios de Valparaíso y Viña del Mar, se encuentran en manos de la derecha más retrograda y conservadora, y estas autoridades son absolutamente apáticas e indolentes con el tema de la discapacidad. También hubo aportes de varias personas voluntarias, pero esto no fue suficiente”, indicó José Umaña, presidente y representante legal de Fundación Homero.

“La Fundación Homero con mucho dolor en el corazón cerrará sus puertas y nosotros estamos aquí muy solos, nadie nos ayuda ni escucha, a las autoridades no le interesa la acción social, y menos aún que aprendamos a interpretar la realidad que nos rodea”, afirmó Rosa Navia, beneficiaria ciega de la institución.

Comunicamos con pesar a la opinión pública el cierre definitivo de Fundación Homero.

 

Viña del Mar, 4 de junio de 2012